Regalo de un noble caballero… Cirano era su nombre…

Me preguntaba que adjetivo no habrán ya usado para describirte, desde la mas pequeña maravilla hasta una sublime deidad.
Venus resplandeciente, altar de las primaveras, flor incandescente, luciérnaga nocturna que iluminas el azul.
El leve movimiento de tus labios incendia el aire, imán cardinal,
es tu cercanía un sosiego de luz genuino y transparente.
Perlas de ébano tus pupilas, tierna opulencia que revela el océano donde naufragan los que se atreven a mirarte;
encallando lejos de tu boca, abandonados en la una isla liquida donde tu cuerpo es el mar que te arrastra a la orilla de una única suerte . . . . . contemplarte.
Ay! de quien extraviara el rumbo en el horizonte de tus ojos ;
Ay !de quien se embriagara con el leve suspiro de tus noches;
Ay! del fuego que arde en el candil de tu mirada;
Ay! del hechizo cristalino que susurras en la brisa,
convirtiéndome en mendigo de tu belleza.
Átame a tu perfume  y arrójame a la deriva de mis sensaciones
hasta perder la cordura a la vera de tus besos . . . . Mujer !